Ahora que termina el 2021, ahora que supuestamente hemos aprendido lo que de verdad importa, ahora que sabemos lo que es renunciar, ahora yo renuncio:
Renuncio a la idea de dejar de ser yo por encajar en un grupo.
Renuncio a adoptar una misión, visión y valores que no encajen con los míos.
Renuncio a aceptar sólo dinero a cambio de mi invalorable tiempo y talento.
(¿Cuánto puede pagarse por la pasión, por el talento, por lo que eres capaz de crear, por lo que eres?)
Renuncio a tener miedo de mis sueños y deseos por depender de unos días de vacaciones.
Renuncio a que confundan como falta de resiliencia el poner límites y cuidar de mis emociones (porque yo soy primero).
Renuncio a darle la razón a un cliente en lugar de realmente ayudarle (aunque para ello tenga que contradecirlo a veces).
Renuncio a tener miedo de los errores , en lugar de aprender de ellos.
Renuncio a pensar que la empresa, mi jefe o un cliente tienen el poder de darme una mejor vida… Yo tengo ese poder.
Renuncio a la simpatía de coworking, quiero realmente hacer amigos y aprender de ellos.
Renuncioa la ecuación de “trabajo estable” = vida estable
Renuncio a la incertidumbre e inseguridad aprendida, al ¿qué será de mí? Cuando al tenerme, lo tengo todo.
Renuncio a dejar de cuidar mi salud física y mental por cumplir un “deadline”.
Renuncio a renunciar a mis capacidades y habilidades por no incomodar.
Renuncio a lo que no me hace feliz, y eso incluye un trabajo. (Y estoy feliz) y me acepto a mí.
Y tú… ¿Qué te detiene a ser la persona que realmente quieres ser?¿A qué estás dispuestx a renunciar para ser feliz?